Camino a Halachó Yucatán

Las mejores fotos, no son las más estéticas, mucho menos las planeadas.

Capturar un momento desde el sentimiento, cambia la experiencia de volver a ver la imagen, te inunda la ola de lo que sentiste en ese momento.

Es lindo pensar que en algunos ámbitos he soltado el control, ahora veo que el secreto de que una experiencia o una foto sea perfecta, radica en las emociones involucradas y extrañamente en la imperfección que eso conlleva.

Cierta tensión provoca la suficiente incomodidad para querer moverte de lugar y reajustar ciertos botones en la vida..una vez ajustados siempre habrá un sentimiento de placer.

El dolor siempre causa tensión y ambos se traducen más tarde en lección.

Las grandes lecciones vienen en capítulos,

El capítulo del 2025 ha conllevado 3 principales lecciones:

Gozar más

Confiar más

Soltar más

3 frases que todo mundo decimos pero que pocas veces llevamos a cabo, las aconsejamos y decimos en voz alta pero predicarlas no es cosa fácil.

3 frases que inconscientemente hacíamos todos los días en la infancia, pan comido en adolescencia.

Y luego todo se vuelve más serio, la responsabilidad adulta va estructurando la rutina y también el alma.

Se va perdiendo la soltura, se va ganando seriedad y de a poco la autenticidad.

¿Cómo retomar la jugosa confianza y gozo habiendo tomado tan serio el papel de responsabilidad y compromiso?

¿Se pelean? ¿Pueden ser amigos?

Y así.. de a poquito con pasos grandes a veces chiquitos y otras en reversa voy decidida a avanzar.

Y en este avanzar descubriendo momentos por los que vale la pena tomar fotos imperfectas a través del goce del presente, de confiar en los procesos y de soltar querer crear momentos perfectos y más bien solo.. vivirlos.

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